Fecha: 18 de Marzo de 2020
Compartiendo nuestra experiencia desde Madrid, el epicentro de toda esta crisis. Esperemos que os guste
Aunque esté en la distancia, me gustaría aportar nuestro granito de arena a la situación actual compartiendo nuestra experiencia desde Madrid, el epicentro de toda esta crisis. Esperemos que os guste.
"Como si se tratase de uno de esos telefilmes que se ven por televisión un fin de semana cualquiera después de comer, las calles están desiertas, a excepción de algunas pocas personas que salen de su confinamiento por necesidad de fuerza mayor. Llevamos así unos cuantos días y, por ahora, la reacción de las personas está siendo muy buena. De hecho, se están viendo iniciativas que, de otro modo, habrían sido impensables: aplausos de agradecimiento conjuntos, juegos entre vecinos, sesiones musicales online, prensa digital de libre acceso, plataformas de pago gratuitas durante el tiempo que dure el estado de alarma... Al final, el coronavirus está haciendo que, inconscientemente, saquemos lo mejor de nosotras mismas como personas.
Incluso a nosotras, en estos momentos en los que con temblores en las manos colgamos el cartel de cerrado en nuestras puertas debido a la situación actual, nos está ayudando a salir de nuestra zona de confort y aventurarnos a pasear por la zona continua, aquella que Matti Hemmi denomina "zona mágica". Y es que, si no fuera por este microscópico ser que nos ha hecho quedarnos en casa, no buscaríamos formas de continuar prestando un servicio tan necesario a todas aquellas familias que confían en nosotras día a día.
Videoconferencias, correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes de WhatsApp... Cualquier ocurrencia es poca para poder facilitar las herramientas individualizadas que necesita cada persona para poder llevar esta situación lo menos perjudicial posible. Supone mayor trabajo, eso es cierto, pero también supone una situación única para crecerse ante la adversidad.
Pero no es una situación únicamente difícil para las personas encargadas de llevar a cabo las terapias; las familias, acostumbradas a un espacio físico donde la terapeuta les orienta cambian a un estado en el que les orientamos desde el otro lado de una pantalla. Pero es gracias a estas situaciones donde las propias familias nos dicen, antes de tomar las medidas de intervención extraordinarias, que están "tan empoderadas gracias al equipo que estos días no han sido tan difíciles como podrían haber sido." Nuestras familias están dispuestas a comerse el mundo y no dejarse vencer por este pequeño virus. Y nosotras estamos orgullosas de ellas por todo lo que están logrando gracias a su actitud."
Es un esfuerzo que tenemos que realizar todas las personas: tanto terapeutas como familias. Pero, al menos en nuestro caso, estamos encantadas con este nuevo reto, ya que sabemos que no estamos solas, como dice la canción de Maldita Nerea. Y que juntas, familias y terapeutas, lograremos todo lo que nos propongamos, viendo oportunidades donde hay dificultades, y abriendo la puerta a iniciativas que tal vez, de otro modo, llegarían más tiempo en llegar.
¿Qué supone el coronavirus para nosotras? Supone que la #FamiliaIria está más unida que nunca."
Un abrazo de todo corazón (libre de virus),
Iván Amado Fernández
Coordinador del Centro de Atención Temprana y Tratamientos Psicopedagógicos Iria (Madrid)
Nº socio Alpa: 19